A veces llegan cartas
Ayer recibí una carta… Bueno, en realidad la recibimos todos los españoles, una carta de nuestro Presidente, en la que nos confesaba que se sentía triste y dolido, además de profundamente enamorado de su esposa, y que necesitaba tomarse cinco días (hasta el lunes de la semana próxima) para decidir si seguía al frente de sus obligaciones o si daba un paso al costado. Naturalmente, según pedro Sánchez, en esta película de amor existe un villano, y ése es, lógicamente, el monstruo derechista y ultraderechista (a los que él mismo definió tan floridamente como la “fachosfera”). Pero pongámonos en situación: una asociación ciertamente “ultra”, Manos Limpias, ha presentado una denuncia contra la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, acusándola de haber utilizado su situación personal como pareja del Presidente para beneficiarse o beneficiar a otros (vamos, lo que toda la vida se ha conocido como “tráfico de influencias”), y un juzgado madrileño ha admitido a trámite esa denuncia, lo que signi